En 1745, el médico y naturalista Carlos Linneo, durante sus estudios para la clasificación de las especies vivas, observó por primera vez que las flores tenían la peculiaridad de eclosionar en diferentes momentos del día. Después de ésto le vino la idea de crear un "reloj", con 24 especies de plantas, un sistema para medir el tiempo de un modo absolutamente natural. Tomado las precauciones pertinentes en relación con el funcionamiento de ese reloj, sujeta a factores relacionados con la latitud, el brillo y el clima, en un monasterio cartujo italiano se decidió construir uno para las necesidades de la vida de clausura.
Aquí tenéis las plantas que se abren a cada hora del día, de la Cartuja Italiana de Trisulti:
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