
Y a partir de ese momento quedó establecido que en la religión no habría sacrificios humanos. Y quedó confirmado que Ibrahim era hanif: buscaba sinceramente a Dios siguiendo a su corazón y apartándose de los ídolos, y que habría de fundar un templo -la Kaaba- y que lo levantaría con sus manos, ayudado por su hijo, y que el creyente es humilde y entregado.
En la clase de sexto del Colegio Luis Vives, de Larache, hemos realizado trabajos sobre esta fiesta y que podéis consultar aquí en pdf.
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